Una organización que adquiere, crea y transfiere el conocimiento acerca de su entorno, objetivos y procesos tiene mayores herramientas para superar las crisis y convertirse en líder en su sector.
Al igual que los seres humanos, las organizaciones pueden ser entendidas como entes vivos con propiedades cognoscitivas, como el aprendizaje. Se trata de una capacidad muy relevante, si se tiene en cuenta que al interior de cada empresa hay conocimientos y experiencias que, si son institucionalizadas, pueden contribuir al crecimiento y la competitividad de estas.
Al igual que los seres humanos, las organizaciones pueden ser entendidas como entes vivos con propiedades cognoscitivas, como el aprendizaje. Se trata de una capacidad muy relevante, si se tiene en cuenta que al interior de cada empresa hay conocimientos y experiencias que, si son institucionalizadas, pueden contribuir al crecimiento y la competitividad de estas.
Este proceso, mediante el cual una organización adquiere, crea conocimiento y cambia su comportamiento, ya sea para adaptarse a las condiciones cambiantes del entorno o para ser líder, ha sido explicado mediante diversos modelos, como el planteado por los investigadores Mary Crossan, Henry Lane y Roderick White, según el cual el aprendizaje organizacional tiene como etapas la intuición, interpretación, integración e institucionalización, en dos direcciones: desde el individuo hasta la organización (feed forward) y desde la organización hasta el individuo (feedback).