Esto es fácil de evitar. Se requiere una nueva perspectiva por parte del gerente.
Debemos entender las 9 peores cosas que los gerente hacen y que como resultado, hacen que los mejores colaboradores se vayan.
1.- Sobrecargan a las Personas
Nada aburre más a los buenos empleados, que los sobrecarguen de trabajo. Es tan tentador trabajar duro con los mejores colaboradores, que a menudo, los gerentes caen en esta trampa. Sobrecargar a los buenos trabajadores, es desconcertante. Los hace sentir que están siendo castigados por tener un buen rendimiento. Los colaboradores que trabajan demasiado son contraproducentes. Según una investigación de Standorf, la productividad disminuye con la sobrecarga de trabajo sobre las 55 horas, por lo que no se obtiene mucho con trabajar de más.
2.- No realizan un reconocimiento a la contribución ni premian el trabajo bien hecho.
Es fácil subestimar el poder de una palmada en la espalda, especialmente con los que realizan mejor su trabajo y que por ende son los más motivados. A todas las personas les gustan los elogios, pero ninguno más que a aquellos que trabajan duro y lo entregan todo. Los gerentes, deben comunicarse con su personal y descubrir qué los hace sentirse bien (para algunos es un aumento de suelto, para otros un reconocimiento público, etc.) para luego recompensarlos por un trabajo bien hecho. Con los mejores colaboradores, esto sucederá a menudo si el gerente logra hacerlo bien.
3.- No se preocupan por sus empleados.
Más de la mitad de las personas que abandonan su trabajo, lo hacen por la relación con sus jefes. Las empresas inteligentes se aseguran que sus gerentes sepan como balancear el ser profesionales y el ser humanos. Existen los jefes que celebran los éxitos de sus colaboradores, son empáticos con aquellos que pasan por momentos difíciles y proponen desafíos aunque sean difíciles. Los jefes que fallan en realmente preocuparse siempre van a tener altos índices de rotación de personal. Es realmente imposible trabajar más horas de lo necesario con alguien que no está realmente involucrado personalmente y que no se preocupa de nada más de cuanto uno produce.
4.- No cumplen sus compromisos
Hacer promesas a los colaboradores lo pone a uno en la línea que divide el hacerlos muy felices y verlos salir por la puerta. Cuando usted cumple sus compromisos, usted crece a los ojos de sus empleados y demuestra que es confiable y honrado (dos cualidades importantes en un jefe). Cuando ignora su compromiso, usted es indiferente e irrespetuoso. Después de todo, si el jefe no cumple sus compromisos ¿por qué los demás?
5.- Contratar y Ascender a las personas equivocadas.
Los buenos colaboradores que trabajan duro, quieren trabajar con personas de su mismo nivel profesional. Cuando los gerentes realizan mal el trabajo de contratar buenos trabajadores, es una gran desmotivación para quienes trabajan con ellos codo a codo. Ascender a esas personas es aún peor. Cuando uno trabaja duro para conseguir un ascenso y ve que se ha dado a otra persona por simple amistad, es un tremendo insulto. No es de sorprenderse por qué un buen empleado se va.
6.- No permiten a sus empleados perseguir sus intereses.
Los colaboradores talentosos son apasionados. El entregarles la oportunidad de seguir sus intereses mejora su productividad y satisfacción laboral. Pero muchos gerentes prefieren que sus colaboradores trabajen dentro de una caja pequeña. Esos gerentes temen que la productividad decline si permiten que sus trabajadores expandan su foco y sigan sus intereses. Este miedo n tiene fundamentos. Estudios demuestran que las personas que persiguen sus intereses en el trabajo, experimentan un crecimiento y son hasta 5 veces más productivos que la norma.
7.- Fallan al desarrollar las habilidades de las personas.
Cuando se les pregunta a los gerentes por su falta de atención a sus colaboradores, ellos se excusan usando palabras como “confianza”, “autonomía” y “empoderamiento”. Esto realmente no tiene ningún sentido. Los buenos gerentes dirigen sin importan cuán bueno sean sus colaboradores. Ellos prestan atención y constantemente escuchan y reciben feedback.
8.- No logran comprometer la creatividad de sus colaboradores.
Los colaboradores más talentosos, disfrutan mejorando todo lo que hacen. Si se les quita la capacidad de mejorar, hace que no disfruten su trabajo y se sienten limitados.
9.- No logran desafiar intelectualmente a las personas.
Los grandes jefes, desafían a sus empleados a cumplir con desafíos que parecen imposibles. Implementan metas desafiantes que empujan a las personas fuera de sus zonas de confort. Los ayudan a tener éxito. Si las personas sienten que su trabajo no es desafiante o es aburrido, buscará en otro lugar un trabajo que desafíe su intelecto.
Fuente: Huffington Post – Dr. Travis Bradberry
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